Joan nace en Barcelona en 1917. Es bautizado en la iglesia de la Inmaculada Concepción de Barcelona. Recibe la Primera Comunión a los 7 años. En 1927 ingresa en el colegio de los Escolapios de la calle Diputación para iniciar el bachillerato. Sin embargo, en 1934, toda la familia se traslada al Masnou y Joan debe dejar la escuela para ponerse a trabajar. El motivo es que su padre sufre un grave problema económico y queda prácticamente arruinado. Es un golpe duro para la familia y para él, que ve truncadas sus ilusiones de futuro.
Es en El Masnou donde Joan comienza a vivir a fondo su fe, su relación con Dios. A pesar de trabajar durante el día en Barcelona y estudiar por las noches, no deja de ir a misa ningún día, y también pasa largos ratos rezando en la capilla. Empieza a dar catequesis a los niños de la parroquia de Sant Pere del Masnou y se integra en la Federació de Joves Cristians de Catalunya, donde encuentra una comunidad y una misión: llevar a Jesús a los demás.
Todos empiezan a ver en aquel joven rubio algo especial. Y es que dentro de Joan arde la llama de amor a Dios y a sus hermanos, que se desborda en un gran deseo evangelizador y de mejora de las condiciones de vida de sus hermanos más desfavorecidos. Estudia la doctrina social de la Iglesia para encarnarla y difundirla, convencido de que es el único camino válido para combatir la desigualdad social y promover la dignidad de todas las personas.
En 1936 estalla la Guerra Civil española, que lleva a la quema generalizada de iglesias y la persecución hasta la muerte de religiosos, sacerdotes y "cristianos de misa". Joan queda desolado al no poder evitar la quema de la iglesia de Sant Pere. A pesar de Ia situación, decide no esconderse y seguir trabajando para mantener a su familia. Cada día se expone yendo y viniendo en tren y recibiendo la eucaristía a escondidas.
El 11 de septiembre su director espiritual, Mn. Pere Llumà, le confía la eucaristía para que pueda llevar la comunión a algunos vecinos del Masnou y "por lo que pueda pasar". Aquella misma noche es apresado y asesinado, no sin antes consumir el Cuerpo de Cristo, que le da la fuerza para perdonar a sus verdugos y afrontar con serenidad el martirio. Las últimas palabras a su madre, de origen inglés, son "God is with me", con una sonrisa en los labios.
La famiglia Roig i Diggle. Da sinistra a destra: Maud (la madre) con M. Lourdes, Ramón (il padre), Beatriu e Joan.
Casa dei Roig e Diggle a Barcellona, dove restano a vivere fino al 1934.
Parrocchia di Sant Pere del Masnou dove Joan assisteva alla messa tutti i giorni.